26 ene 2008

Machu Picchu


Ya sé que no es lo mismo hablar de las ruinas de Machu Picchu que hablar de que venga un machu, te ponga el pichu y te deje en ruinas... (es un chiste malísimo, I know)

Encontré esta infografía que me sirve como un motivo mas para convencerte de que te des una vueltita por casa... la saqué del diario El Comercio.

Mirala con un click acá.

Después me contás si te convencí.



14 ene 2008

Desvío, si, pero a dónde?


Vas por la calle con el auto.

Te das cuenta que a 100 metros está cerrado el pase.

Seguís avanzando esperando alguna indicación.

Y te encontrás con ésto:

A dónde carajo te vas?

A ....la... Miércoles
(la foto la tomé yo desde el auto, sorry porque es mala, pero es Increible... Miraflores, Lima, Perú... que país generoso!!!!

8 ene 2008

El Guachimán (parte I)

Guachimán:

Según la RAP (real academia de la autora): Dícese de la persona que "vigila" una propiedad, sea casa, departamento, auto, u otro. Asumo que proviene del inglés "watchman".

Cariñosa o familiarmente conocido como "vigi" o "guachi".

Este personaje se dedica básicamente y en pocas palabras, a cuidar algo. Generalmente es contratado para vigilar casas o edificios. En cualquier zona promedio de Lima se puede encontrar uno o varios de estos personajes sentado/s en sillas plásticas en la puerta de una casa.

Gente un poco más generosa, cuando los contrata para vigilar una cuadra entera puede proveerlos de una caseta de construcción rústica y poco costosa, íntegramente bordeada de vidrios (crudos por supuesto, jamás serán vidrios templados) para que pase ahí su jornada laboral, la cual dura exactamente 12 horas siempre y cuando llegue su relevo, caso contrario el pobre guachimán hace doble o triple turno hasta que su compañero se aparece.

En los edificios los tienen adentro en la recepción, y sólo se permite una ronda externa en caso de que haya visitas que hubieran dejado su auto afuera, salvo otra indicación de los usuarios o la administración. En la recepción cuidan, comen, cabecean, duermen, hacen crucigramas, leen periódicos amarillistas o llenos de mujeres desnudas, mandan mensajes de texto a otros guachimanes, releen los capítulos de la biblia que el cura indicó el domingo anterior, organizan la correspondencia de los propietarios y vigilan... siempre vigilan.

El guachimán, se supone, es una persona de confianza. Sin embargo muchas veces es él mismo quien pasa los datos de ingreso y salida de los propietarios a los amigos de lo ajeno, ganándose el apodo de "datero", lo cual es altamente incomprobable, porque siempre está por ahí la viejita buena gente que lo defiende diciendo: -"No!, Don Segundo no, imposible que él haya tramado el robo! Si siempre está leyendo la biblia el pobrecito" (Sabrán que dentro del libro sagrado guardan fotos pornos?)

El guachimán se sabe la vida y obra de quien o quienes lo contratan. Pongamos el caso del típico guachimán de un edificio promedio de 15 departamentos.
Para hacer la finta de que no huevea, escribe en un cuaderno, entre otras cosas, el ingreso y egreso de cualquier extraño, pero guarda en su cabeza el ingreso y egreso de cualquier usuario. Sabe quién compra pollo rostizado, quién tira el pescado podrido sin meterlo en una bolsa de basura, quién lleva una puta diferente cada fin de semana, quién le mete los cuernos a quién y con quién, quién compra en tal supermercado, a qué hora llega la amante del marido de quién, quién canta ópera mientras se ducha, a qué playa se vá la del 301, qué vecino le arrastra el ala a la del 403, cuándo compró auto nuevo el del 103, quién fuma marihuana a las 3.30 AM, etc., etc., etc.

El guachimán gana por lo general el sueldo mínimo vital, actualmente S/. 550, equivalente a U$S 183.33. Para movilizarse de su casa al trabajo gasta en el mejor de los casos dos pasajes al día (en el mejor de los casos, si, porque por lo general viven lejos del puesto de trabajo, en asentamientos humanos, conocidos en Argentina como "villas"). El costo de un pasaje en micro es de S/. 0.80 en promedio, S/. 1.60 al día, S/. 48 al mes. Van quedando S/. 502. Sin contar con que los días feriados, que también trabajan, el pasaje cuesta el doble, y no siempre los patrones pagan extra por laborar esos días.

Tienen un engreimiento: les gusta contratar los servicios de un tercero que les provea la comida mientras trabajan, la cual llaman "refrigerio" y llega puntualmente en un taper maloliente. El costo diario de este servicio es de S/. 3, S/. 90 al mes, y van quedando S/. 412 porque lo asumen ellos, aunque es cierto que en algunos casos tienen suerte y el refrigerio lo paga el contratante, o bien la cocinera de la casa "les sobra" alguito y les invita.
Cómo hacen, con S/. 412, para mandar tres o cuatro niños propios o entenados al colegio, comprar las provisiones para alimentarlos y vestirlos y mantener a alguna queridita?
Es que también tienen otro engreimiento: les encanta llenarse de hijos. El que menos, tiene dos. Dos con la mujer actual, dos con el "compromiso" (como ellos le llaman) anterior, y uno en camino con la querida del sábado por la noche del mes antepasado. Además de mantener al hijo del primo que se fue a trabajar a provincia porque no podía mantenerlo. Terribles los muchachos.

Una nueva moda de los guachimanes de calles de barrios mas fichos (chetos) es la de tener un perro callejero que los acompañe en su jornada. Generalmente ellos mismos los bautizan con nombres como "Negro", "Cholo", "Lobo" o "Pulga". Son los perros de los guachimanes de cuadra. Entrañables compañeros en las noches frías y lluviosas en las que comparten la frazada o el cartón sobre el que se sientan para que nos "les pase el frío". Normalmente estos canes no asustan a nadie, son cruces fortuitos de otros cruces fortuitos, mas feos que el hambre, desdentados, llenos de pulgas y garrapatas; ocasionalmente hasta tuertos. Pero son respetables, son los perros del guachimán. "También vigila, señora", dicen sus dueños, mientras los cuadrúpedos llenan de moscas el área y los guachis se hinchan el pecho de orgullo por poder tener una mascota que felizmente y gracias a la generosidad de alguna señora de la cuadra, no debe ser alimentada también por ellos.
Los guachimanes tienen diferentes humores y personalidades:
  • Los hay súper alegres, esos que se ríen todo el tiempo de cualquier cosa que les digas. A veces malinterpretados como borderlines. A veces, realmente son borderlines.
  • Los hay amargos, siempre están malhumorados, nada de lo que les digas les viene bien y si les pedís algún favor relacionado con su trabajo o les llamás la atención por algo que realmente hicieron mal, te ponen mala cara.
  • Los hay chismosos, te paran cuando llegás de la calle lleno de paquetes, hablando por celular y con el hijo dormido en brazos para contarte que el de la casa verde hizo una fiesta hasta las 5 AM y llegaron "señoritas de mal vivir" que se fueron a las 4 PM.
  • Los hay generosos, esos que cuando salís de tu depa le invitan de su taper de refrigerio una cucharada de sopa a tu hijo.
  • También los hay muy buenitos, tan buenitos que cuando un desconocido les pide que le presten una moneda, al sacar su sencillera (monedero) les roban todo y el pobre guachi solo dice "seguro lo necesitaba mas que yo".
  • Hay otros que son los incansables, trabajan de noche en tu cuadra, de día limpiando en un edificio y en la tarde te hacen gestiones que les encargás. Trabajan de noche en tu cuadra? Bueno, duermen, pero si, si, ahí están.
  • Están también los que tienen complejo de corneta, se la pasan con un silbato en la boca y lo hacen sonar por todo: si entra auto, si sale auto, si llega la vecina, si se estaciona un desconocido, si se activa la alarma del auto del de la otra cuadra.
  • Los otros acomplejados son los que se creen directores de tránsito: vas a mover el auto y automáticamente se paran atrás a intentar detener cualquier vehículo que pueda demorar la gestión. A veces les hacen caso, a veces los putean, a veces terminan en el hospital. Gajes del oficio, pero quién los manda? Nadie. Que los pongan en un semáforo mejor.
  • Los hay "compinches", son los que tu hijo adolescente envía a la farmacia a comprar cigarrillos o preservativos "sin que mi mamá se entere por favor", y el guachi para hacerle un favor y ahorrarle plata, se va hasta la farmacia de allá lejos y hace tiempo y compra preservativos vencidos y terminás siendo abuela por la "patería" del guachi y tu hijo.
Los guachimanes son personajes mayormente discriminados. Mucha gente los tiene en la puerta cuidando autos el 24 de diciembre y a las 12 ni se acuerdan de ellos.
Visten ropas viejas si los patrones no les dan uniforme, y si les dicen "no tenés algo mejor para ponerte?" te dicen "es mi mejor pullover señorita" y te entra un vacío en el estómago, se lo contás a tu marido y éste se convierte en su proveedor de ropa en desuso, la cual siempre, eso sí, es recontra bien agradecida por los vigis. Lo gracioso es que después de dos meses, si mide igual que tu marido y lo ves de lejos, pensás que es él quien está en la caseta porque termina usando su camisa desteñida Tomy, su pantalon Dockers, sus botas gastadas Caterpillar y hasta la gorra GAP. A la moda, claro.
Siempre tienen celular, uno o dos. Para qué dos? Ni idea, pero les encanta. Y se la pasan hablando por teléfono o mandando mensajes de texto. Hace poco llegó a mis manos el celular de un vigilante. Suscrito al chat y al horóscopo, lleno de mensajes "calentitos" de las empleadas domésticas de la cuadra, porque eso si, son codiciados por nanas, mucamas y cocineras.
Dentro de ese ámbito, tener una amigo guachi es lo máximo. Y más si es vigi de un edificio. Y mucho mas si tiene uniforme... despiertan las mas profundas pasiones y fantasías de las chicas. No es lo mismo que ser la novia del bodeguero o del cuidador de autos, es otro nivel.
(continuará...)